Moria's Purple Mirror

Moria's Purple Mirror

viernes, 3 de noviembre de 2017

Luctuoso

A tantos años, sigue pareciendo ayer. Y duele como el mismo día. 

Te recuerdo tan bien como si vinieras nuevamente a verme a casa de mis padres, con tu voz chillona y tu cabello naranja, con tus abrazos, sinceros y apretados.


Recuerdo tus motivos, que aunque locos, sé que en tu cabeza tenían lógica. Tus desenfrenos y tus sinsentidos, los mismos que te llevaron a donde estás hoy. Tus ganas de comerte al mundo de un solo bocado, y tu seguridad cuando hablabas de cosas grandes para tu futuro. Tus razones, tus gustos, tus necesidades. 

Todo lo tuyo, y todo lo de los que te rodean, a los que dejaste con nada más que recuerdos, y un espacio vacío. Un hueco donde pertenecías, donde tu risa duele, tus abrazos duelen, tus fotos duelen. Donde dan ganas de ayudarte a ser lo que querías ser, y evitar que seas lo que eres.

Aún guardo nuestras fotos y cartas, y ese autógrafo que me instaste a no tirar, asegurando que algún día valdría millones. Nunca tuviste tanta razón. Al día de hoy, es extremadamente valioso. Porque tú lo hiciste.

Al final, la vacuidad nos recuerda que nos hemos de encontrar algún día, y tal vez eso sea lo que nos dé más temor. Porque el dolor es para el que se queda, no para el que se va. 

Desde aquí hasta donde estés, te abrazo, y celebro un año más, aunque, de manera más certera, un año menos.

lunes, 10 de julio de 2017

Compartiendo mi opinión...

En el entendido de que uno puede escribir lo que se le antoje en su blog, eh aquí mi experiencia/crítica constructiva/retroalimentación a la exposición de pintura a la que asistí la tarde noche del pasado 08 de julio.

Fui invitada por una amiga, a la cual al final no le fue posible llegar por motivos de trabajo. A pesar de que en la página de la Hamburguesería "La resistencia" anunciaban la exposición de Daniela Quijano a las 18:30 horas, mi amiga me comentó que iniciaría a las 19:00 horas. Es así que previendo el tiempo para comernos una hamburguesa, y por supuesto, tener un buen lugar entre los asistentes, llegamos al lugar 18:35.

Ya había asistentes al evento, como era de esperarse. Vimos llegar a la expositora faltando 10 minutos para las 19:00 horas. Supusimos que daría inicio en unos minutos más, pero mientras corría el reloj, ya con 10 minutos de retraso, pudimos escuchar a una invitada preguntar directamente a la homenajeada acerca del horario, a lo que contestó "primero voy a comer algo, no he comido".

Tan poco cordial como puede ser, se dio inicio al evento a las 20:02, y si hubiera tardado 10 minutos más, mi acompañante y yo ya no hubiéramos presenciado lo que vino después, estábamos a punto de irnos.
Claramente, hablar en público no es lo suyo. Una introducción pequeña, un agradecimiento por asistir y "los que gusten, acompáñenme arriba, o si quieren terminen de cenar, o como quieran".

Subimos tras ella. Ofrecían copas de vino tinto tan pronto llegabas a la sala, lo cual lo hizo parecer prometedor.

No soy ninguna crítica de arte, pero he estado suficientemente cerca de pintores, escultores y artistas plásticos, y he asistido a muchas inauguraciones de exposiciones artísticas, por lo que mínimamente sé de qué van.