Moria's Purple Mirror

Moria's Purple Mirror

martes, 22 de febrero de 2011

Tú lo dijiste: "pero ya es tarde..."

Un día están enamorados; al siguiente desean no haberse conocido...

Y vienes corriendo, pero chocas con pared. Habiendo dedicado las palabras más hermosas, terminas pronunciando las de desprecio y daño.

Y la historia se repite.

Nadie lucha por lo que en realidad no quiere. A veces simplemente se resignan a sufrir y comienzan a hacerlo sin ni siquiera la certeza de la derrota.

Para mí, el sufrimiento sin derrota, es pantomima.

El día que alguien me demuestre una verdadera lucha, una verdadera ambición, verdaderas intenciones en hechos reales y palpables, ese día se acabará la búsqueda que no existe. Porque a nadie le sirven las intenciones, a nadie le sirven las verdades omitidas ni las cosas hechas a medias.

Inmadurez.

Lo más difícil es saber dónde estas parado; reconocer tu error, entender tus patrones repetidos una y otra vez y querer moverte de lugar. Querer hacerlo, seguir intentando.

Y tal vez de eso se trate todo; de que al final quien tenga la última palabra no sea la razón, sino el sentimiento. Y si la razón gana, el sentimiento no era tan fuerte.

En estas situaciones no existe la palabra "correcto" o "bien y mal". Esto va más allá. No se trata de dejarte golpear por él, ni de las flores de arrepentimiento que traerá después, sino del maldito sentimiento que tiene más fuerza que tú, y que logra amar sobre los defectos. Sus defectos.

Y aunque te llamen tonta, y aunque te sepas tonta.

Una de dos; o resistes hasta que todo caiga por su propio peso, o terminas todo por el aviso "inminente derrota", evitando la llegada de la misma, o incluso apresurandola.


Para mí, se reduce a querer saber si te amo pero no existes, o si existes y no te amo. Y ojalá no sea ninguna de las dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario