Los días, los meses, los años.
Siempre uno más.
Agonizantes todos.
Instantes que no se tocan, que son cuando ya fueron, que mueren al nacer y perduran en lo inexistente del pretérito.
Finito.
Falsa lógica creer que se es, que se existe cuando solo un instante es lo que somos.
Uno fallecido.